James Baldwin

Introducción y Presentación de Raoul Peck

Prefacio de Alexandra Strauss

Traducción del inglés de María Enguix

El libro que James Baldwin tenía planeado escribir cuando murió en 1987, versaba sobre tres defensores de la igualdad racial en Estados Unidos, asesinados entre 1963 y 1968: Medgar Evers, Malcolm X y Martin Luther King. Solo se conservaron apuntes sueltos, que dos décadas después fueron entregados por su hermana Gloria al cineasta Raoul Peck. Este acabó combinando el material de Baldwin —leído por la voz en off de Samuel L. Jackson— con grabaciones de conferencias y entrevistas radiofónicas y televisivas, así como con fotogramas y fotografías de diversa procedencia.

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Descripción

El resultado fue un documental profundo y poético que subraya la relevancia de Baldwin en la época del Black Lives Matter. ¿Por qué hacer un libro del documental? Porque la amplia y compleja información que destila no es asimilable en una sola visualización; porque resultan muy esclarecedores los testimonios del propio Peck acerca de los cuatro años que duró el proceso de elaboración del film, así como los de Gloria Baldwin Karefa-Smart, quien explica por qué confió en Peck, y los de la montadora de tan singular pieza cinematográfica; y también, por el puro placer de leer textos inéditos de Baldwin contextualizados por un cineasta excepcional.

I’m Not Your Negro (2016) No soy un negro, menos tuyo, porque primero soy un hombre

Puede decirse, sin eufemismos ni juegos de palabras de por medio, que el problema del negro en la sociedad estadounidense es en realidad problema del blanco

Por: Luis Carlos Muñoz Sarmiento junio 13, 2023

Desde la bóveda interdisciplinaria de La Fábrica de Sueños, con I’m Not Your Negro (2016) o No soy tu negro, de Raoul Peck, el Cine-Club Al Filo del Tiempo da inicio al Ciclo El Documental, Padre del Cine: aunque nunca estuvieron casados, se recuerda que su madre es la ópera. Obra cuya factura es de una delicadeza inusual y gracias a la magia del cine, del arte en general y del montaje en particular logra un efecto grato al hacer tomar vida a los objetos, a lo inanimado e incluso a los muertos: tal es el caso concreto de James Baldwin, personaje axial de este filme a prueba de balas, quizás porque no hay personajes vivos, y que resiste los embates del tiempo gracias a la habilidad como Raoul Peck mezcla pasado y presente, muerte y vida, fotos y realidad, con tal eficacia que todo acaba por cobrar existencia y deja al espectador sumido en la perplejidad al final, cuando nada está consumado, sino que apenas empieza a vivir porque el documental trae al espectador más preguntas que respuestas.

La más inquietante de todas quizás sea la de cómo resolver el mal llamado ‘problema del negro’ porque desde ya puede decirse, sin eufemismos ni juegos de palabras de por medio, que el problema del negro en la sociedad estadounidense es en realidad problema del blanco. Y a eso dedica la totalidad del metraje el cineasta haitiano, tratando de recuperar con la mayor fidelidad posible el material de 30 páginas que James Baldwin escribió con el fin de algún día realizar lo que, sin embargo, jamás pudo. Y la verdad es que el resultado no pudo ser mejor, ni más conmovedor, ni más sutil: desde los intertítulos a lo largo del metraje hasta la galería de fotos incluida, pasando por los insertos, tales como filmes de la época, lemas contra el racismo, fascismo extra/ordinario de la ‘supremacía blanca’, luchas de los negros, imágenes de linchamientos, rechazo del blanco a la integración, paranoia gringa frente al comunismo, esvásticas del neonazismo de EE.UU, imágenes de palizas a los negros, etc., etc.

Es decir, sobre un guion de 30 páginas que Baldwin jamás pudo hacer, y en el que contaría los 30 últimos años de la vida en EE.UU, como lo hicieron Robert Kramer y John Douglas con el filme Milestones (1975), dedicado al ‘heroico pueblo vietnamita’, en el que figuran restos de comunas, veteranos de guerra, activistas de todo tipo, militantes de células et al, que desde su particular óptica hacen un mapeo del país entre el cuidado y la espontaneidad, así Peck lo hace a partir de tres de los amigos de J. B. asesinados: Medgar Evers, miembro de los Panteras Negras, por investigar el asesinato de un negro, el 12.jun.1963; MX, ahora El-Hajj Malik-Al Shabazz, musulmán, el 21.feb.1965, por su radicalismo frente al lío blanco con los negros; y MLK, por oponerse a Vietnam y desarrollar la Campaña del Pueblo Pobre, a fin de integrar a pobres y clase media, blanca y negra, y a minorías, sin distingos de clase, el 4.abr.1968. 30 páginas que Baldwin tituló Remember this House o Recordar esta casa. (1)

Peck divide su trabajo a partir de intertítulos que desde muy diversas ópticas van mostrando que EE.UU, como se dice al final, no es precisamente la ‘Tierra de la Libertad’, sino la de la esclavitud, ni del American Dream o Sueño Americano, como si ese país fuera un continente, sino A Nightmare Yankee, ni el país del postre de cereza sino el de las uvas de la ira, como en particular se ve al asumir el maltrato que durante más de 400 años han recibido los negros. Antes de ir con c/u de los intertítulos, cabe ir con lo que Baldwin le respondió a Dick Cavett en su show de TV, sobre si la situación del negro está mejorando o sigue siendo desalentador y el autor de Sobre mi cabeza, (2) una de las mejores novelas afroamericanas junto a Invisible Man, de Ralph W, Ellison y Native Son, de Richard Wright, responde que siendo honesto no cree que haya mucha esperanza, mientras se crea en el lenguaje peculiar, v. gr., de permitir al negro salir en TV, y que el lío no es qué pasa con los negros, sino ¿qué pasará con el país?

Suena el blues de Buddy Guy, aparece el lema Black Lives Matter o Las vidas de los negros importan y el título del documental en pantalla: I Am Not Your Negro o No soy tu negro, que se traduce en una radiografía a fondo sobre un país que cada día se va más a pique, pero que a causa del maquillaje mediático se le pretende dar un rostro de joven inmerso en la alegría y no, como en realidad es, surcado por las arrugas de la decadencia más que por el paso de los años y por el dolor que implica cargar tanto tiempo la culpa de la discriminación, del racismo, de la intolerancia con los negros. Así, en carta a Jay Acton, de la Agencia Literaria Spartan, Baldwin le escribe sobre el viaje que emprende ahora para contarle la verdad, que sabe tendría que hacer, pero no esperaba hacer tan pronto para concluir con la metáfora: ‘Creo que un viaje es llamado así porque no se sabe lo que podemos encontrar en el trayecto, lo que haremos con lo que encontremos o lo que nos hará aquello que encontremos’: viaje iniciático. […]

artículo completo en las2orillas

Información adicional
Colección

BAAM, 15

ISBN

978-84-121662-9-3

Año de publicación

2021

Páginas

140

Tamaño

210 x 125 mm

Peso

203 g